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Habiendo obtenido un segundo puesto con el 33.63% de los votos en las elecciones del domingo 5 pasado, Aécio Neves Da Cunha ingresó junto a la Dilma Roussef a la segunda vuelta que tendrá lugar el 26 de Octubre en Brasil.
Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña, fue gobernador del estado sudeste de Minas Gerais, el segundo más poblado después del de San Pablo. Su abuelo Tancredo Neves fue el primer presidente electo por el Congreso Nacional de Brasil con el retorno democrático en 1985, sin embargo nunca logró asumir el cargo pues falleció antes de la asunción.
Aécio cuenta con el respaldo de sectores como el productor de etanol y el voto de los sectores más altos, al mismo tiempo que ha logrado entablar una alianza con el Partido del Movimiento Brasileño lo que le habilitó el apoyo necesario en el Congreso. Luego de haber asumido como presidente de su partido en 2013, se hizo de los aliados de José Serra, quien había sido candidato presidencial en las elecciones de 2002 por el PSDB donde fue derrotado en ballotage frente a Lula Da Silva.
El porcentaje que obtuvo se explica tanto por el cambio de imagen pública que hizo en los últimos tiempos, por sostener un discurso de renovación y cambio en la economía brasileña y de mayor apertura comercial con Estados Unidos y Europa; y, por abordar al electorado de manera menos confrontativa con Roussef en un tono de diálogo, obteniendo así casi un 13% más que la tercera Marina “Huracán” Silva con el 21,3%.
Los días que quedan de Octubre son decisivos para América Latina ya que el mismo 26 del corriente, Uruguay votará para presidente como también lo hará el Estado Plurinacional de Bolivia el 12. Los resultados pueden respaldar la marcha de más de una década por una región más equitativa o bien marcar el inicio de una época de retroceso en aquel sentido.
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