Sandro Guzmán renuncia a su banca para volver a la intendencia de Escobar

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Según se pudo confirmar, Sandro Guzmán ha renunciado a su banca en el Congreso de la Nación y volverá a ser intendente de Escobar, debido a las sucesivas complicaciones que generó el intendente interino Walter Blanco al no demostrar idoneidad para llevar adelante los asuntos públicos, además de coquetear con el Frente para la Victoria, estando en el Frente Renovador. Todo esto, redundó en una debilidad casi extrema de las huestes de Sandro, al cual se le presentan contendientes dentro y fuera del Frente Renovador de cara a las elecciones de 2015.
Contrariando a la ley orgánica de las municipalidades en su artículo VII, Guzmán en diciembre pasado asumió su banca de diputado nacional sin haber renunciado a su cargo de intendente. Para lo cual pidió licencia a su cargo comunal por un tiempo indeterminado. Pero en sintonía con su jefe político Sergio Massa, ejerció poco y nada el cargo para el que fue electo. Con 24 ausencias a sesiones legislativas que representan un casi 70% de inasistencia, ha sido el quinto diputado con peor desempeño en 2014.

Pero el alcalde tomo una decisión. Guzmán vuelve a su pago chico para barrer al intendente interino ante su mala gestión y sus devaneos políticos, ordenando así su tropa. Con Walter Blanco, primer concejal, luego jefe de Gabinete e interino con la salida del intendente, las cosas no funcionaron. La renuncia del diputado deja en evidencia que al menos Blanco no respondió a sus necesidades: cuidar el distrito, mientras él podía armar para el massismo desde afuera. La gestión empeoró, se habla de un 65 por ciento de imagen negativa, y en el distrito dicen que lo único que hicieron en todo el año fue poner lámparas. Los coqueteos políticos del intendente empeoraron las cosas.

Todo esto, no hace más que formalizar una situación de hecho: Sandro nunca fue diputado. Esto es una burla para los electores massistas, ya que han elegido a candidatos que, en definitiva, defraudan sus expectativas. Muestra además la falta absoluta de seriedad que caracteriza al Frente Renovador de Sergio Massa, quien se esfuerza por direccionar todos los esfuerzos del agrupamiento a juntar diversas personalidades con intereses opuestos, sin darle importancia a la tarea legislativa para la cual se ungió la fuerza en 2013.

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