Sin conocerse los motivos precisos, José Luis Giusti, vinculado con el PRO, presentó su dimisión. La misma se suma a la del vicerrector, Darío Richarte, por su vinculación con la ex SIDE. La FUBA sostiene que la renuncia «se da en el contexto de graves denuncias por corrupción y violencia doméstica».
El presidente de dicha federación universitaria aseguró que se investiga «una presunta vinculación de Giusti con la droguería que provee tanto al Hospital Clínicas como al Hospital Raffo, ambos dependientes de la UBA».
Trascendió además que existe un conflicto «a partir del proceso de divorcio, su mujer le reclama millones de dólares y él se niega, lo que deriva en una investigación de su patrimonio que parecería estar en su mayoría no declarado» aducen desde la FUBA.
La Cámpora afirmó que el ahora ex decano «quedó en los últimos días vinculado a un escándalo de proporciones gigantescas que van desde acusaciones de violencia de género hasta de poseer un patrimonio personal millonario que no se justifica con el sueldo de funcionario de la UBA».