Alberto Weretilneck: ¿el massismo sumó a un gobernador o a un mero administrador provincial?

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La incorporación del gobernador de Río Negro al Frente Renovador confirma lo que era un hecho en la política local, Wereltineck administra pero no gobierna la provincia y su ingreso al massismo es un intento desesperado por construir poder político de cara al 2015.

El 25 de septiembre del 2011 Carlos Soria se alzaba con la gobernación y finalizaba con una larga hegemonía radical en Río Negro. El triunfo categórico le permitió al justicialismo asegurarse del control territorial de la provincia a partir de las victorias en los municipios con mayor densidad poblacional como lo son Bariloche, Gral. Roca; y a su vez le garantizó un mayoría en la legislatura local.

La muerte de Carlos Soria llevó a su vicegobernador, el ex intendente de Cipolletti Alberto Weretilneck, al frente del ejecutivo. El progresivo acercamiento del nuevo gobernador a Sergio Massa ocasionó una fuerte disputa con el justicialismo local que desembocó en la ruptura del acuerdo electoral.

La salida reciente de Weretilneck del FPV lo mostró en profunda soledad en la política provincial. Además de la renuncia de varios ministros y secretarios de su gestión, se sumó el rechazo de los intendentes del justicialismo, como así también el de su propio partido, el «Frente Grande», que en un duro comunicado pidió la intervención nacional del sello partidario. El aislamiento del «gobernador» tocó su punto máximo con el repudio que le propinó el intendente de su localidad de origen, el cipolleño Abel Baratti.

En este orden de cosas expuestas, queda claro que Sergio Massa incorporó a sus filas a un mero administrador provincial sin poder político real en la provincia. Los medios nacionales intentan poner en el centro de la discusión el supuesto «apriete» del Senador Nacional Pichetto a Weretilneck, omitiendo en la discusión la falta de ética de un dirigente que menosprecia la voluntad popular y que prioriza sus aspiraciones electorales en detrimento de las decisiones de su propio espacio político.

El caso de Weretilneck es un signo de cómo entiende la política el líder del Frente Renovador.

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