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La provincia de Buenos Aires supo ser el bastión político de Sergio Massa, sin embargo, los últimos meses demostraron la fragilidad del Frente Renovador en dicho distrito, poniendo en jaque así las aspiraciones presidenciales del tigrense.
A la salida del diputado provincial Mariano San Pedro, se sumaron hoy las lapidarias críticas de Gustavo Posse.
Un hombre de estrecha confianza del intendente de San Isidro, Jorge Álvarez, rechazó el ingreso de Francisco De Narváez al massismo, y en este sentido afirmó: «El Frente Renovador tendrá que encontrar un punto de equilibrio, para determinar cuánto es de renovador y cuánto tiene de reciclador».
En tanto, Álvarez señaló «Lo que se denomina `club de candidatos´, me parece que es un problema que deberá administrar el Frente Renovador, que parece más interesado en salir a buscar nombres de otras fuerzas y poco preocupado en buscar un criterio de para qué se juntan”.
Por otra parte, el día de ayer se supo que Mariano San Pedro, diputado provincial y socio político de Darío Giustozzi, dejó el Frente Renovador para sumarse nuevamente a las filas del FPV. A través de un comunicado, San Pedro destacó «estábamos en desacuerdo con la mirada sobre la seguridad, con las políticas de alianzas que piensan hacer y con cómo abordaron el tema del Código Penal, entre otras tantas cosas”, y añadió que “con mi grupo de compañeros del Frente Renovador tomamos la decisión de regresar al Frente para la Victoria hace un mes, pero ocurrió la muerte del fiscal Nisman y postergamos el anuncio”.
Así las cosas, el Frente Renovador parece no encontrar calma en la provincia de Buenos Aires, y luego del terremoto que significó el potencial arribo de Martín Insaurralde, se sumaron nuevas grietas en un espacio que parece no encontrar rumbo alguno.
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