El Viento que todo Empuja. La militancia recuerda a Néstor Kirchner

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Hoy se realizará a partir de las 17hs. en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (Ex–ESMA), un festival homenaje al ex presidente Néstor Kirchner. El acto central se hará en Rio Gallegos donde se espera que cientos de personas se acerquen al mausoleo donde se encuentran los restos del ex presidente.

El recuerdo de Néstor Kirchner, como todos los años, nos trae a la reflexión sobre la figura del político que ha dejado una huella reconocible. Huella que hoy se percibe en la militancia de miles de jóvenes que le rendirán homenaje y que lo recuerdan día a día. Huella en aquellos sectores que el neoliberalismo había librado a su suerte y a los que Néstor Kirchner les devolvió la dignidad que les habían quitado. Huella en la región que reconoce en la figura del ex presidente a un hombre con la enorme voluntad, genio político y claridad para ver que la única forma de desarrollo seguro es a través de la integración regional. Región que, a partir de la reelección de Dilma Rousseff, ratifica el rumbo de transformación. Reelección que tendría al Ex presidente participando de la alegría.

Un dato digno de mención es que Néstor Kirchner, como intendente, gobernador, presidente, su proyecto fue siempre reelecto. Tuvo, claramente, una presencia contundente ante los votantes y también ante la esfera política en la que no pasaba desapercibido. Con una voluntad inquebrantable, llegó a la presidencia cuatro años antes de lo que su proyección política tenía en mente. No dudo un momento en tomar las riendas de un país que estaba, como el mismo definió alguna vez, en el infierno.

Néstor Kirchner, captó como nadie la catástrofe por la que pasamos en 2001. El “que se vayan todos” era el mensaje más claro de un descrédito a la política de la que son responsables, no solo la clase política gobernante hasta ese momento, sino también el establishment mediático que supo sacar provecho de ello y hasta fue parte de la instalación de ese discurso. Néstor necesitaba devolverle la dignidad que le habían quitado a la herramienta más importante para transformar los destinos del país: la política.

Él edificó un paradigma distinto, para muchos que ya andaban desahuciados, algo que pensaban jamás volverían a ver. Rearmó un estado vaciado por la dictadura, el entreguismo de los 90 y la anomia del gobierno aliancista. El hombre sabía que sobre sus espaldas pesaba la necesaria reparación a las víctimas de la dictadura y del desastre económico. Los descalabros eran muchos, los votos que tenía eran pocos, la caja que tenía era poca, el Estado que tenía era poco. Sin embargo, tuvo la voluntad y decisión política para revertirlo. Néstor Kirchner hizo una apuesta fuerte, como pocos se animarían a hacer, apostó por cambiar el rumbo y lo logró.

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