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La recaudación durante el mes de Julio se incrementó en un 33.4%. El dato agregado a primera vista luce saludable y auspicioso en un momento histórico donde más que nunca se necesita de mayores recursos para potenciar la intervención del Estado en la economía. En momentos donde la actividad privada, la inversión y el comercio internacional muestran una retracción, es importante que el Estado disponga de recursos e intervenga para contrarrestar la tendencia a la recesión económica.
Sin embargo al desmenuzar los datos de la recaudación se encienden varias luces de alarma sobre la evolución de la economía argentina. Pese a que la recaudación total se incrementó en un 33.4%, sus principales componentes han tenido comportamientos disímiles.
La evolución del IVA evidenció un incremento interanual que alcanzó el 27%. En principio este indicador mostraría, al menos, un amesetamiento en los niveles de consumo y actividad económica.
Por otro lado crecieron fuertemente los derechos de exportaciones (retenciones) en un 65.5%, lo que marcaría un mayor volumen exportado durante julio en comparación con el mismo mes de 2013. Sin embargo también es necesario considerar como una variable que la variación del tipo de cambio en el mismo período fue del 57% (el dólar oficial pasó de valer $5.28 a 8.28). Es decir el incremento real en dólares sería del 8%. Considerando este mismo efecto del tipo de cambio, se aprecia que el incremento sobre los derechos de importación en un 21.5%, muestra en realidad una contracción real del volumen de compras al exterior.
Finalmente un impuesto que mostró un fuerte incremento fue ganancias. Este tributo guarda en su interior dos conceptos: el impuesto a los altos ingresos y las ganancias empresariales. Entre ambos conceptos la expansión interanual fue del 40.1%.
El incremento mayor en los impuestos progresivos (retenciones y ganancias), por sobre los regresivos que graban el consumo (IVA) está mostrando una mejoría en la estructura impositiva que es muy saludable. La estructura impositiva para los primeros 7 meses del año se compuso de la siguiente manera: de todos los ingresos fiscales, el 21% esta explicado por Ganancias, 28% por IVA, 7% Créditos y Débitos, 27% aportes y contribuciones de la seguridad social, 3% derechos de importación, 7% retenciones a las exportaciones, 1% bienes personales, 4% combustibles y 3% otros.
Con el aumento de julio, los recursos tributarios alcanzaron un crecimiento del 35% durante los primeros siete meses del año, ubicado por debajo del crecimiento del gasto público, que a mayo (último dato oficial) acumulaba un alza del 41,3%. Esto indicaría un incremento del déficit fiscal. No hay que demonizar este asunto ni generar pánico por el mismo, el mismo es una herramienta pública que es precisa utilizar, sobre todo, cuando la expansión en el gasto significa mayores grados de inclusión social (jubilaciones, Progresar, AUH, inversión pública) y funciona como un estímulo a un crecimiento general de la actividad en una coyuntura mundial y nacional que se presenta a todas las luces complicada.
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