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Sergio Massa regresó a principio de mes a Córdoba, donde se mostró con su candidata a intendenta de la capital provincial, Olga Riutort, ex esposa de José Manuel De la Sota. Allí había instalado una intriga acerca de quién podría ser finalmente su postulante para la gobernación, nombre que se develaría en estos días.
Algunos ya especulan con que ese nombre es el de Martín Llaryora, ministro de Industria provincial y ex intendente de San Francisco, quien daría el salto desde el delasotismo. Pero en este juego de ajedrez mediterráneo, parecería ser que de la misma manera en que Massa gana una pieza, pierde otra.
Olga Riutort explicitó esta semana su estrategia político-electoral para este año: apoyará a Sergio Massa para presidente, a Juan Schiaretti para gobernador, y buscará ella misma ser la próxima intendenta de la ciudad de Córdoba. Así, la actual concejala sincera que tiene expectativas en distintas instancias del calendario electoral.
Al mismo tiempo, parece ahuyentar las intrigas creadas por Massa en relación al candidato propio y sorpresivo del Frente Renovador, ya que la táctica de Riutort parecería cerrarle el paso.
Por otro lado, entre los massistas cordobeses, como se descarta que la elección provincial será anterior a la nacional, hay quienes piensan que presentar un candidato a gobernador en un escenario polarizado entre Juan Schiaretti y Ramón Mestre u Oscar Aguad por el radicalismo, sólo conduciría a una derrota rotunda, que impactaría negativamente a nivel nacional.
La ex esposa de De la Sota primerea todas las encuestas en la ciudad de Córdoba, y su victoria estará consumada si se presenta como candidata de la coalición Unión por Córdoba liderada por el peronismo. Así, y como el electorado capitalino representa el 40 por ciento del total provincial, su opinión es excluyente.
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