El 4 de febrero de 1992, un grupo de oficiales comandados por Hugo Chávez realiza un alzamiento con la intención de tomar el poder. El contexto era de crisis total, en 1989 había explotado el Caracazo y la legitimidad del presidente Carlos Andrés Pérez se caía a pedazos. Luego del levantamiento frustrado, el comandante Hugo Chávez cobra relevancia en la escena política venezolana al enunciar la legendaria frase “Compañeros, lamentablemente por ahora los objetivos que nos planteamos no fueron logrados”.
El Caracazo (1989) fue uno de los dos golpes que la movilización popular le dio al neoliberalismo, luego de que el presidente Carlos Andrés Pérez (Acción Democrática) anunciara un paquete de medidas de liberalización de la economía bajo la supervisión del Fondo Monetario Mundial (FMI). El “paquetazo” constaba de aumentos en los servicios públicos y de transporte, desregulación de los precios, y reducción del déficit fiscal.
Miles de personas salieron a las calles a protestar y la respuesta del gobierno venezolano fue la violencia: las cifras oficiales dan como saldo 300 muertos, pero fuentes extraoficiales afirman que fueron más de 3 mil.
En este levantamiento, Hugo Chávez no tuvo participación, al ser consultado por ello dijo que las fuerzas que él comandaba no estaban listas para el momento.
A partir de ese momento, comenzó la preparación para el levantamiento del 4F, el segundo golpe al neoliberalismo. Hugo Chávez y sus oficiales encolumnados en el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) trataron de tomar el poder, pero con el correr de las horas los diferentes puntos de alzamiento fueron sofocados. Hugo Chávez daría su mensaje de rendición, el cual quedó inmortalizado al remarcar que “por ahora” no se habían cumplido los objetivos. Ese “por ahora” que resonó en la vida política de los venezolanos hasta que 6 años después, Hugo Chávez llega al poder con su partido político Movimiento V República (MVR) en alusión al viejo MBR.
El Caracazo y el 4F son parte de la historia de Venezuela, es el hartazgo de los sectores populares que soportaron tres décadas del Pacto de Punto Fijo –acuerdo entre Acción Democrática y Copei que generó el bipartidismo–, es el cansancio a una república excluyente que no contemplaba los derechos de las grandes mayorías.
Fue Hugo Chávez quien supo interpretar esas demandas, quien las articuló y dio respuestas concretas a los pobres de Venezuela. La renta petrolera ya no era más de una pequeña elite oligárquica, sino que a partir de la llegada del chavismo al poder esa renta se puso al servicio del pueblo, y con ello vino la gran reacción de la derecha con intentos de golpe de Estado, un lockout patronal en PDVSA y constantes manipulaciones mediáticas (para leer más sobre la relación entre el chavismo, la oposición y los medios).
En la actualidad la derecha sigue acechando y aunque algunos errores se le puedan achacar al gobierno de Nicolás Maduro, nadie puede negar la legitimidad popular que posee la Revolución Bolivariana.
El 4F hoy recobra su significado porque marca el quiebre en la historia. Un día que consagra la unidad cívico-militar en Venezuela. Un día heroico donde el pueblo dijo basta.
Alberto Rastelli