El Banco Central Europeo (BCE) tomó la decisión de no aceptar bonos de la deuda griega. En ese marco, miles de griegos salieron a las calles a repudiar la medida y dar su apoyo al gobierno de Alex Tsipras (Syriza). En España, días atrás Podemos realizó una gran marcha donde reunió a 100 mil personas.
El comunicado del BCE explica que “El Consejo de Gobierno del BCE ha decidido levantar la suspensión que afectaba a los instrumentos emitidos o garantizados por Grecia que les permitía ser utilizados en las operaciones de política monetaria a pesar de no cumplir con los requisitos mínimos de ‘rating’”. Esto obliga al gobierno griego a tomar créditos extraordinarios muchos más caros. Lo que implica una extorsión al país helénico en el marco de la posible restructuración de su deuda.
En ese contexto, y ante este chantaje, los griegos salieron a las calles a protestar. El punto de reunión fue la plaza Syntagma de Atenas. Allí, 7 mil griegos se congregaron para rechazar la medida. «No somos una colonia de Merkel»; «no vamos a ceder al chantaje»; y «las personas están por encima de los mercados», fueron las consignas de la manifestación.
Por otro lado, la semana anterior en España la fuerza política en ascenso, Podemos, convocó a la “Marcha del cambio”. Una movilización histórica donde 100 mil personas se reunieron en Madrid para dar apoyo a la fuerza de Pablo Iglesias.
La movilización popular fue en América Latina una de las claves de apoyo a los gobiernos progresistas de la región. La tarea de Syriza es poder convertir esa base apoyo popular en un mecanismo de presión ante la Troika europea. Por el lado de Podemos, la labor debe ser transformar la movilización en apoyo electoral concreto de cara a las siguientes elecciones a realizarse en España.
El despertar del pueblo europeo ante la crisis, es, al menos, un buen síntoma.