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Jorge Alejandro Khalil fue acusado por el difunto fiscal Alberto Nisman, de ser agente iraní y elemento determinante para que la pista iraní obtenga impunidad en la causa AMIA. Su hermano, Alberto Amado Edgardo Khalil, es un importante dirigente del partido de Mauricio Macri.
Este hombre posee una extensa trayectoria en la Legislatura porteña, a la cual ingreso en 2004, llegando a ser director general de Asuntos Jurídicos hasta 2009. Cargo al que renunció producto del procesamiento de Jorge “Fino” Palacios, ex jefe de la Policía Metropolitana, por espionaje telefónico a familiares de víctimas del atentado a la AMIA.
Toda esta carrera dentro de la legislatura, se la debe Khalil a Oscar Moscariello, ex jefe de bloque del PRO en la Legislatura y actual vicepresidente de Boca Juniors, con quien lo une además vínculos comerciales que comparte con su hermano Jorge, el “agente iraní” que denunció Nisman.
Pero esto no acaba aquí. En 2012 Cristian Ritondo, vicepresidente primero de la Legislatura porteña, reincorpora a Alberto Khalil a dicho cuerpo, en la Planta de Gabinete de la Secretaría Administrativa.
De esta manera, estos hechos de la realidad permiten que algunos especulen con la escasa consistencia de la denuncia del fiscal Nisman; otros, que especulen acerca de cómo hubiera podido defenderse con semejante inconsistencia en las pruebas; otros, con que el fallecido fiscal era una pieza de una maniobra de los servicios de inteligencia; pero todos coinciden en el alineamiento con la estrategia de la embajada norteamericana de orientar la investigación para lograr la culpabilidad de la pista iraní, desviando la investigación de la conexión local, la pista siria y los que posteriormente encubrieron y obstruyeron la investigación.
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