Lucas Carrasco: cada vez más parecido a Carrió

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El pasado 16 de Septiembre en el programa de TN “Palabras + Palabras-“se suscitó un interesante debate respecto de las repercusiones del acto llevado a cabo por La Cámpora en Argentinos Juniors. Los participantes fueron José Cornejo (Paco Urondo), José Nattanson (Le Monde Diplomatique), Gerardo Young (Clarín/Radio Mitre) y Lucas Carrasco (Bloguero).

Cada uno de los participantes expuso su visión del acto y rápidamente la mesa se dividió en dos: por un lado Cornejo y Nattanson que aportaron una mirada política del acto, cada cual con sus matices; por otro Young y Carrasco cuyo único fin pareció ser desacreditar a la agrupación kirchnerista.

Young lejos de hablar del acto o detenerse a analizar el discurso de Máximo Kirchner se despachó con argumentos como “La idea del gobierno revolucionario se cae a pedazos porque el relato se cae a pedazos en la realidad del supermercado por la inflación”. Claro está que era esperable de un periodista de Clarín que se dedique a afirmar categóricamente “verdades” sin fundamento y sin el menor análisis.

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Lo que Carrasco no advirtió es que la maquinaria lo puso a su servicio por su carácter de “ex bloggero K” y no por el talante reflexivo y original de sus ideas, que dicho sea de paso, brillaron por su ausencia.

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Lo que sorprendió fue el acompañamiento que Young recibió de Lucas Carrasco, ex-bloggero K devenido en furibundo opositor. Si bien Carrasco ha sabido tener sus exabruptos, se caracterizó siempre por tener un punto de vista formado, con implicancias políticas, atendible, criticable, pero siempre con fundamentos. Extrañamente el viraje de Carrasco lo ha dejado sin discurso político. Arrancó su intervención diciendo cosas tales como “defender a Máximo Kirchner a la vez es hundirlo porque no habla de política, no dijo nada relevante” para luego dedicarse a vociferar al mejor estilo Carrió frases despectivas del orden de “Larroque trabaja de joven, ahora trabaja de muchacho emocionado” o refiriéndose a la mesa de conducción de La Cámpora como “los hijos de los millonarios”.

Carrasco se dedicó a desacreditar sin fundamentos un acto al que asistieron más de 40000 jóvenes militantes, al mejor estilo de esos opositores que aprovechan sus “5 minutos de gloria” ante las cámaras siempre dispuestas de TN. Lo que Carrasco no advirtió es que la maquinaria lo puso a su servicio por su carácter de “ex bloggero K” y no por el talante reflexivo y original de sus ideas, que dicho sea de paso, brillaron por su ausencia.

Al parecer el Monopolio sumó un peón a su juego. Lo que no puede dejarse de lado es que más allá de los instrumentos por medio de los cuáles Clarín construye un relato siempre apólitico, de “gente honesta contra la corrupción”, yace una intencionalidad política excluyente y destructora, con años de experiencia.

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