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El pasado jueves el dirigente gastronómico Luis Barrionuevo volvió a dejar en clara evidencia sus dotes de patotero profesional de la política al pronunciar declaraciones incendiarias que atentan una vez más contra el orden democrático del país. El principal socio de Hugo Moyano y de Pablo Micheli a la hora de convocar paros nacionales (tan sistemáticos que aburren a propios y a extraños) contra el gobierno nacional advirtió en los estudios de TN que «lo que viene para diciembre es un estallido social». Para el sindicalista, que es recordado por quemar urnas durante una elección en Catamarca, el camino a seguir no es el de la práctica política ya que aseveró sin reservas «los tiempos nuestros no son los tiempos de los políticos. Nosotros vamos a accionar». Habría que consultarle al señor Barrionuevo qué acciones piensa poner en ejercicio.
Inmediatamente después de que se diera a conocer su testimonio, la mayoría del arco político salió a cruzar las palabras del titular de la CGT Azul y Blanca. El Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, solicitó la intervención de un fiscal del Estado para que lo indague sobre las palabras temerarias que pronunció. En la misma línea, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, lo acusó de «agitar el caos y los fantasmas de un país que nadie quiere». Por su parte, la presidenta de la Nación, rápida de reflejos, advirtió durante un acto en Casa Rosada «Están anunciando un estallido para diciembre y estamos acostumbrados, pero algunos están esperando alguna matiné. Estos que están anunciando estallidos, posiblemente estén preparando alguna matiné para ahora, estén muy atentos».
Asimismo, dirigentes opositores como Mauricio Macri desaprobaron los dichos de Barrionuevo. Sin nombrarlo, el jefe de gobierno porteño consideró al respecto que «hay una cantidad de vivos que aprovechan fin de año para llevar agua a su molino». Añadió «yo desde mi lugar voy a trabajar por la paz social».
Extrañamente, el «renovador» Sergio Massa no ensayó ningún tipo de crítica respecto a las palabras esgrimidas por quien es un socio activo de su proyecto político. El candidato que se pasea por los prime time televisivos prometiendo la renovación de la política eligió el silencio como recurso. Silencio que se puede explicar por una serie de motivos. Luis Barrionuevo es uno de los armadores políticos del massismo en Catamarca, es una de sus principales patas sindicales como así también la cónyuge del gastronómico, Graciela Camaño, es diputada nacional del Frente Renovador y una de las figuras legislativas del massismo más destacadas en la Cámara baja.
La «renovación» proclamada por Sergio Tomás Massa parece no salpicar el espíritu de Luis Barrionuevo. Quizás debiera aumentar sus encuentros con el gastronómico para explicarle el «proyecto político» que se propone.
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