Venezuela: el chavismo, la oposición y los medios

Desde la llegada del chavismo, la oposición apoyada en reiteradas ocasiones por los medios de comunicación, ha tenido que cambiar sus estrategias para canalizar sus demandas. Es así que, agotada la vía institucional, ha apelado a acciones desestabilizadoras, incluyendo fallidos intentos de golpes de Estado. En la actualidad Venezuela todavía vive una creciente polarización que pone en riesgo la continuidad de la revolución bolivariana.

El avance de los sectores populares conducidos por Hugo Chávez provocó la reacción de los partidos opositores y de los medios de comunicación, quienes ejecutaron acciones, muchas veces en conjunto, para desestabilizar los procesos actuales. En este sentido, los medios han tratado de instalar la agenda política, a la cual muchas veces los opositores han tomado como propia, como así también a la inversa.

Desde la asunción de Hugo Chávez, los medios venezolanos e internacionales con influencia en el país trataron de manipular la información y representar ideas difusas de la realidad. Es asi que desde los medios se utilizaba la palabra controvertido para denominar al gobierno de chavez» Por otro lado, se trató de instalar la idea de que Venezuela se encontraba bajo un régimen dictatorial y que no había libertad de expresión.

Las acciones de la oposición y los medios se dividen en varias etapas: la primera es en torno al llamado a la asamblea constituyente (1999), en segundo término se pasa a la ilegalidad y al golpismo explícito (2002), en una tercera etapa viene el bloqueo con el lockout en PDVSA (2002), en cuarto lugar se restablece la vía legal con la junta de firmas para convocar a un referéndum revocatorio (2004), la quinta etapa está marcada por la abstención electoral (2005), la sexta es la unidad de toda la oposición con la creación de la Mesa de la Unidad Democrática (2008), de aquí se desprende la séptima que es un proceso de “chavización” donde la oposición busca captar al electorado chavista, y por último, tras las derrotas electorales de Henrique Capriles (MUD) ante Hugo Chávez, y posteriormente contra Nicolás Maduro, se apela nuevamente a la desestabilización en las calles (2014).

El llamado a la asamblea constituyente marca el primer punto de conflicto en la relación del chavismo con la oposición y los medios. La oposición no quería arriesgarse a otra votación popular, es por ello que lucharon para que la decisión se tomara en el Congreso –donde tenían mayoría–. Los medios, le dieron decididamente su apoyo presentando la imagen de que la intención de Hugo Chávez era disolver el Congreso. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia le dio la razón a los bolivarianos y la constituyente se llevó a cabo.

En el año 2001, Hugo Chávez firma un paquete de 49 leyes que tocaban los intereses centrales de los poderes económicos concentrados. En esos días, la oposición se puso en marcha para organizar una campaña para que el presidente dé marcha atrás con su programa. En ese sentido, se realizaron movilizaciones apoyado en un sistema de propaganda mediática en donde se trataba de instalar el miedo a la población con eslogans como “la intervención estatal va a aumentar la pobreza” y “nos van a expropiar todo como en Cuba”. En 2002, las acciones ya pasaron a ser más concretas, y la oposición, junto a los medios y algunos sectores de las Fuerzas Armadas, organizaron un golpe de Estado.

En abril del año 2002 la oposición convocó a una marcha en contra del gobierno bolivariano, los medios alentaron la participación en la misma. Durante el transcurso de los hechos, la televisión privada jugó un rol fundamental en la intentona golpista. En ese sentido, el ataque de francotiradores a militantes del chavismo se hizo pasar como un ataque de los simpatizantes de Chávez a la marcha opositora. Lo cual después, fue demostrado que no fue así. Luego que el líder bolivariano sea detenido por las Fuerzas Armadas, la oposición decretó como presidente a Pedro Carmona, titular de FEDECAMARAS (Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela). Los medios, festejaron al nuevo gobierno y presentaron la información falsa de que Hugo Chávez había renunciado, y por otro lado, había órdenes de que nada que fuese “chavismo” podía ser televisado. Es así que, en un primer momento, no se transmitieron las movilizaciones populares en apoyo a Chávez. En ese marco, se boicoteó al canal público para que los medios privados sean los únicos que controlaran la información. Sin embargo, un sector de las Fuerzas Armadas se levantó contra el gobierno de facto, y sumado a la protesta popular lograron que Hugo Chávez vuelva a la presidencia.

En el año 2006, Hugo Chávez anunció que no le renovaría la licencia a Radio Caracas Televisión (RCTV), canal que tuvo activa participación en el golpe de Estado. Este hecho marca un quiebre entre los medios y el gobierno bolivariano. En ese marco, hubo varias protestas y campañas contra Hugo Chávez acusándolo de censura a los medios y de ir contra la libertad de expresión. Sin embargo, en Venezuela gran parte del espacio radioeléctrico se encuentra en manos privadas. Para contrarrestar esto, el chavismo ha tratado de impulsar una serie de medios alternativos, estatales y comunitarios.

En diciembre de ese mismo año, FEDECARAMAS y la RCTV convocaron a una huelga general, a la que se sumaron petroleros, los partidos políticos opositores, la iglesia y fue apoyado fundamentalmente por los medios de comunicación. Este fue el conflicto más extenso y costoso de la historia de Venezuela, fueron 62 días de paro patronal. En ese contexto, Hugo Chávez acuso a la televisión privada de promover una campaña diabólica en su contra. Sin embargo, a pesar de las millonarias pérdidas que provocó el paro, el chavismo pudo reponerse de esto, incluso salir fortalecido del mismo conflicto ya que la oposición quedó muy desprestigiada.

El paso siguiente fue apelar a la vía legal, así fue que la oposición recolectó dos millones y medio de firmas –con masivo apoyo de los medios– para convocar a un referéndum revocatorio contra el presidente. El resultado de la votación realizada en agosto del año 2004 dio por resultado un 59,1% por el no a la destitución. No obstante, los medios y la oposición alegaron que hubo fraude pero el informe de observadores rechazó esa hipótesis. En ese sentido, Jimmy Carter y la Carter Center negaron el fraude y acusaron al grupo opositor de manipular los datos.

La estrategia utilizada de cara a las elecciones parlamentarias en 2005 fue la abstención. Los partidos opositores alegaron que no había confianza suficiente en el Consejo Nacional Electoral. En ese marco, la oposición no presentó candidatos a la elección y como resultado el oficialismo ganó la totalidad de los escaños en la Asamblea Nacional. Años más tarde, parte de la oposición reconoció este hecho como un gran error.

A partir del año 2008 se crea la MUD, la coalición de todos los partidos opositores. En este año, Chávez impulsa la creación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) con el objetivo de aglutinar a todas las fuerzas políticas adherentes al chavismo.

Para las elecciones presidenciales del año 2012, la MUD lleva como candidato a Henrique Capriles para enfrentar a Hugo Chávez. La televisión local, como la internacional, también jugaron su partida en la campaña electoral, dando su apoyo al candidato de la MUD. El discurso adoptado por Capriles ya no era tan confrontativo sino que apelo a un proceso de chavización para interpelar a los ciudadanos de otra manera. En ese sentido, Capriles comenzó a vestir de manera similar a Chávez, y en su discurso afirmaba que no sólo iba a mantener las políticas sociales del chavismo, sino que incluso las iba a mejorar. Sin embargo, la victoria de Hugo Chávez fue contundente con el 55,07% de los votos, con un alto nivel de participación, y que no dejó a dudas de fraude.

Con el triunfo de Hugo Chávez todo parecía encaminarse a una etapa de estabilidad y consolidación de la revolución bolivariana. Sin embargo, con la muerte de Chávez a principio de 2013, los medios y la oposición lanzaron sus dardos a su sucesor, Nicolás Maduro. En ese marco, la historia reciente está marcada por una intensificación de las tensiones existentes entre el campo popular y los medios, tanto como la oposición. El presidente Maduro ha sufrido a comienzo del año 2014 una campaña mediática nacional e internacional de desprestigio, sumado a las movilizaciones violentas promovidas por el sector opositor, en este caso conducido por Leopoldo López (Voluntad Popular – MUD), quien en la actualidad se encuentra detenido por ser el responsable intelectual de estos hechos que causaron decenas de víctimas y millonarias pérdidas.

En resumen, la oposición y los medios han ido cambiando de estrategia pero siempre impulsando mecanismos desestabilizadores, muchas veces fuera de la ley. La polarización sigue hoy presente en la sociedad venezolana y sigue amenazando la continuidad de la revolución bolivariana.

Las tres claves para que la revolución bolivariana supere esta situación son: seguir apelando a la movilización de los sectores sociales de su propio bloque social –tratando de incluir a los sectores medios al bloque–, la legitimación popular en las urnas, y la profundización de la pluralidad en los medios de comunicación.

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