El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, declaró a Venezuela como una “amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y política exterior estadounidense”. Pero ¿Venezuela realmente representa una amenaza? ¿Estamos frente a la antesala de una intervención militar?
Cómo Venezuela representa una amenaza para los Estados Unidos es la pregunta central: “A miles de kilómetros de distancia, sin armas estratégicas y sin emplear recursos ni funcionarios para conspirar contra el orden constitucional estadounidense, la declaración suena poco creíble y desnuda los fines de quienes la hacen», señala un comunicado del gobierno de Cuba en defensa del país venezolano.
El ascenso de Chávez en 1999 puso los ojos del mundo en él, la Revolución Bolivariana empezó a abrirse paso en la región dejando atrás largas décadas de exclusión. En torno a ello, se empezó a construir un significado de lo que representa el chavismo en el nuevo orden mundial.
El mundo occidental no demoró en tildar a Hugo Chávez de “tirano” y “dictador”, sin embargo, el chavismo se ha enfrentado a una cantidad insólita de elecciones las cuales fue ganando una a una y que no dejaron duda de su transparencia.
La Revolución Bolivariana se convirtió en el liderazgo de la construcción de una nueva hegemonía posneoliberal en el continente, priorizando la relaciones multilaterales no alineadas directamente con los Estados Unidos: UNASUR, CELAC, PETROCARIBE (en el ámbito de los regímenes internacionales) y con China y Rusia, por otro lado.
Retomando la pregunta inicial, Venezuela pareciera que no es una amenaza a la seguridad nacional de los Estados Unidos, sino más bien una amenaza a la hegemonía mundial dirigida por el gobierno estadounidense. Y por otro lado, una amenaza a los intereses económicos de la potencia del norte: Venezuela representa la mayor reserva de petróleo del mundo.
Cabe preguntarse ¿Venezuela es una amenaza para Estados Unidos? O será que Estados Unidos representa una amenaza para Venezuela.
Chabeli Rodríguez detalla en su artículo “El imperio no perdona: Evo Morales sobre el caso Nisman” que “si uno recorre la historia de los países de la región de Latinoamérica y el Caribe, hay suficiente bibliografía y fuentes que constatan el financiamiento por parte de multinacionales así como entrenamiento y artillería facilitada por agencias secretas de inteligencia principalmente provenientes del norte”. Y continua “Empezamos con la CIA: 1954 Guatemala; 1961 intento de golpe en Cuba; 1963 Honduras; 1965 República Dominicana; 1969 Chile, Perú y Bolivia. Implicados aunque sin suficiente evidencia en las dictaduras de Uruguay y Argentina (…) Y esta es una lista solamente de los países de la región, dado que si ampliásemos el espectro al resto del mundo… están los dos golpes a Laos en 1960 y 1963; los golpes en Indonesia, Sumatra y Célebes en 1965; el golpe en Camboya en 1970. Al igual que en la República Árabe Siria en 1966, en Grecia en 1967 y en 1970 en Iraq, Chipre, Líbano, República Árabe Libia, República popular del Congo y República democrática del Sudán”.
Las posibilidades de una intervención militar por parte de los Estados Unidos en Venezuela todavía es incierta, pero lo que queda claro que a todas luces la movida injerencista trata de perjudicar al gobierno de Nicolás Maduro, nada menos que en un año electoral.
Por ello cabe preguntarse ¿Venezuela es una amenaza para Estados Unidos? O será que Estados Unidos representa una amenaza para Venezuela.