El periódico estadounidense The New York Times publicó este sábado un editorial condenando el bloqueo a Cuba. En ese sentido, apelan a que Obama cambie su postura y restablezca la relacionas bilaterales con el país caribeño.
A partir de la victoria de la Revolución cubana en 1959, Estados Unidos ha ido recrudeciendo su política hacia Cuba. En 1961, bajo la presidencia de John F. Kennedy, se declara el bloqueo total contra Cuba por medio de la Sección 620a de la Ley de Ayuda Extranjera. La intención era socavar la economía cubana, para así, aislar y derrotar el proceso revolucionario.
Por otro lado, además del bloqueo, otras muestras de la intromisión del gobierno norteamericano en los asuntos de Cuba son la invasión a la Playa de Girón, la crisis de octubre y el posterior fortalecimiento del embargo. A todo esto, se le suma los intentos de desestabilización, las campañas de difamación, la ayuda financiera para grupos anticastristas y los múltiples intentos de homicidio a Fidel Castro.
En 1991 cae la Unión Soviética, coincidentemente, George Bush (padre) ejerce la presidencia de los Estados Unidos. Como era de esperarse, las condiciones no mejoraron. En este llamado “periodo especial” se agravó el conflicto. En 1992, el representante demócrata, Robert Torricelli, con apoyo de los sectores más reaccionarios y de la comunidad cubana en Miami, presenta una ley de nombre “Ley para la democracia en Cuba”, más conocida como la “Ley Torricelli” luego de su aprobación en ambas cámaras del Congreso. La misma, autorizaba al presidente a: sancionar a los países que ayudasen a Cuba, prohibir a las subsidiarias de firmas norteamericanas comerciar con Cuba, prohibir a cualquier embarcación que entren a puerto cubano poder atracar en puerto norteamericano en los seis meses posteriores y otorgar ayuda a organizaciones que “promuevan el cambio democrático” en Cuba.
Obama no ha hecho nada para modificar la insensata política que se mantiene contra Cuba, ni siquiera aquella promesa de cerrar la prisión de Guantánamo.
Los costos del bloqueo perpetrado por los Estados Unidos han tenido un gran costo, no sólo para el gobierno cubano, sino para la sociedad cubana en general. Las pérdidas que se calculan son de más de un billón de dólares. En este sentido, la Asamblea General de la ONU aprobó por 22 años consecutivos la resolución que condena el bloqueo norteamericano. Por otro lado, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños en la II Cumbre de la CELAC que se desarrolló en Cuba este año, se decidió de rechazar de manera contundente el embargo impuesto.
Hillary Clinton, ex secretaria de Estado durante el primer mandato de Barack Obama, y posible candidata a la presidencia por el Partido Demócrata en 2016, afirmó en su libro Decisiones difíciles que “Al terminar mi mandato, le pedí al presidente Obama que reconsidere nuestro embargo contra Cuba. No cumplía ninguna función y obstaculizaba nuestros proyectos con toda América Latina”. Sin embargo, Obama no ha hecho nada para modificar la insensata política que se mantiene contra Cuba, ni siquiera aquella promesa de cerrar la prisión de Guantánamo.
El gobierno de Barack Obama comenzó como una ilusión para muchos, pero poco a poco esa ilusión se fue apagando, queda quizás una última esperanza para que el presidente termine de una vez por todas con el infame bloqueo contra el pueblo cubano.